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Gouden Carolus Indulgence es una serie limitada de cervezas que se elaboran anualmente con diferentes recetas. La primera de ellas fue la exitosa Whisky Infused que vió la luz en 2015 y que ya forma parte de la gama fija de Het Anker. En esta ocasión la nueva cerveza ha sido bautizada como Batteliek, nombre […]

Gouden Carolus Indulgence es una serie limitada de cervezas que se elaboran anualmente con diferentes recetas. La primera de ellas fue la exitosa Whisky Infused que vió la luz en 2015 y que ya forma parte de la gama fija de Het Anker.

En esta ocasión la nueva cerveza ha sido bautizada como Batteliek, nombre de la microcervecería, destilería y fábrica de limonada de Het Anker y se caracteriza por haber sido infusionada con hojas de pino y romero. A la vista se nos presenta como una cerveza entre rubia y dorada con una bonita corona de espuma blanca de larga persistencia. Su aroma nos recuerda a la malta y la levadura y el todo harmonizado con un toque herbáceo. En boca resulta fàcil de beber, refrescante, herbácea y más amarga de lo que es habitual en la gama de Het Anker.

Haciendo un poco de historia Battel es una pequeña población al noroeste de Malinas en la que encontramos la Iglesia de San José. Pese a la larga historia del templo la última celebración masiva tuvo lugar en diciembre de 2019. A continuación se entregó simbólicamente la llave de la iglesia a Charles Leclef, propietario de Brouwerij Het Anker, quién tenía la idea de reconvertirla en microcervecería, destilería y fábrica de limonada con el objetivo de que el espacio siguiera teniendo su carácter de lugar de encuentro de los habitantes de Battel.

Después de la restauración del espacio el interior adquirió un cierto carácter industrial y artístico pero siempre conservando algunos de los elementos originales como las preciosas vidrieras. Por ejemplo en las paredes encontramos elementos como una jirafa con cabeza de faro o un hombre con un reloj de cuco en lugar de cabeza, conectando el espacio con Magritte y el surrealismo belga.

Para Het Anker el contacto con los habitantes de Battel es importante motivo por el que se ha creado una organización sin fines de lucro en la que los residentes siguen teniendo voz y voto respecto a lo que sucede en la iglesia.

La presidenta de dicha organización, Kathleen De Wolf está satisfecha con el proyecto: “La iglesia era el corazón de la comunidad cristiana de Battel y ahora el edificio se ha convertido en el corazón de toda la comunidad”.

Batteliek se ha convertido en un lugar donde descubrir nuevas cervezas y otras bebidas y al mismo tiempo en un espacio de experimentación para Het Anker en el que incluso se puede participar en talleres de destilación o de elaboración de cerveza en grupo o individualmente.

Una vez más Het Anker demuestra un gran dinamismo y una gran capacidad de reinventarse manteniendo siempre una gran calidad en sus productos sean estos cervezas o whiskys.

© fotos Henk Cortier