Chimay estrena formato en lata: legado trapense y evolución cervecera

Con motivo de su 175.º aniversario, Chimay revoluciona el formato y presenta tres de sus cervezas en lata, consolidando una tradición de más de 160 años y apostando por la máxima protección de la calidad.

Desde su fundación en 1862 en la abadía de Notre-Dame de Scourmont, Chimay ha combinado tradición monástica y excelencia cervecera siguiendo la regla cisterciense de ora et labora (“reza y trabaja”). A más de 160 años de aquel primer lote, la histórica cervecería trapense lanza por primera vez tres de sus referencias —Chimay Dorée, Rouge y Triple— en latas de 33 cl, coincidiendo con el 175.º aniversario de la comunidad de Scourmont.
Fuente: Belga News Agency

Orígenes del estilo trapense y la misión monástica

Las cervezas trapenses se elaboran exclusivamente en monasterios de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia y deben cumplir los criterios de la Asociación Internacional Trapense (AIT) para llevar el sello “Authentic Trappist Product” (ATP).

Solo catorce monasterios en el mundo, de los cuales seis se encuentran en Bélgica, elaboran auténtica cerveza trapense respetando tres requisitos fundamentales: producción dentro de los muros del monasterio, supervisión monástica y destinación de los beneficios al sostenimiento de la comunidad y obras sociales.

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Chimay y la abadía de Scourmont

La abadía de Scourmont, erigida en 1850 por monjes procedentes de Westvleteren, convirtió pronto la adversa meseta en un próspero centro agrícola y artesanal. En 1862, los monjes iniciaron la elaboración de cerveza mediante fermentación alta y refermentación en botella, técnica que aún define el carácter de Chimay. El mismo fermento aislado por el padre Théodore en 1948 sigue siendo el corazón de sus recetas autorizadas.

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Desarrollo y lanzamiento en lata

Tras más de tres años de I+D y pruebas en mercados pioneros como Estados Unidos y Japón, Chimay presenta sus latas de 33 cl con las variedades Dorée (4,8%), Rouge (7%) y Triple (8%), mientras mantiene Bleue y Verte en formato botella para consumo pausado. Este hito marca la primera vez que una cerveza trapense belga se comercializa en lata, un contenedor que ofrece protección superior contra la luz y garantiza la frescura de la cerveza.

Contexto de mercado y preservación de la calidad

Aunque en Bélgica cerca de un tercio del consumo total de cerveza se realiza en lata, la adopción de este formato por parte de una marca trapense representa un cambio significativo de paradigma. La decisión de Chimay trasciende la mera estrategia de marketing, pues la lata minimiza la oxidación y mantiene la calidad organoléptica de la cerveza. Sin embargo, esta iniciativa ocurre en un contexto de descenso generalizado del consumo: la producción de Chimay cayó de casi 190 000 hl antes de la pandemia a 167 000 hl en 2023, y los beneficios pasaron de 2,8 millones de euros en 2022 a poco más de 800 000 en 2024. Además, la demanda de cerveza en Bélgica retrocedió un 2,1% en 2024, parte de una caída de casi el 20% en la última década.

Retos y perspectivas: la cerveza sin alcohol

A pesar del notable crecimiento de la categoría de cervezas sin alcohol en Europa —la única con expansión sostenida—, los monjes de Scourmont mantienen su exigencia de calidad como condición sine qua non para lanzar una versión desprovista de alcohol. Hasta que un producto cumpla los cánones organolépticos y espirituales de la abadía, Chimay resistirá la tendencia sin sacrificar la autenticidad que ha caracterizado su legado durante más de un siglo y medio.

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