Aunque la fundación oficial de la abadía trapista de Sint Sixtus tuvo lugar en 1831 por parte de un monjes trapistes provenientes del monasterio francés de Mont-des-Cats, sus orígenes se remontan a 1815 cuando Jean-Baptiste Victoor, comerciante de lúpulos en Poperinge (a escasos 5km), decide establecerse en esta zona para retirarse de la vida mundana hasta su muerte.
No sería hasta 1837 cuando los monjes elaborarían una primera cerveza de consumo exclusivo de los trabajadores de la abadía y dos años después dispondrían ya de una modesta cervecería operacional a todos los efectos.
En 1945 el abat Gerardus Deleye decide que los monjes no elaboren más cerveza, motivo por el que le encarga a Evarist Deconinck, amigo personal y propietario de la quesería Sint Bernadus, la elaboración de las cervezas del monasterio con la ayuda del monje polaco Matwiej Szafranski. Este acuerdo tendrá vigencia hasta 1990 cuando los monjes deciden recuperar la producción de cerveza.
Ante esta situación Sint Bernardus decidió crear sus propias cervezas, siempre inspiradas en la tradición monástica y cabe decir que con mucho éxito, como atestigua la famosa Sint Bernardus Abt 12.
Con una producción siempre limitada pero con unos estándares de calidad muy altos, en 2005 Ratebeer, sitio de calificación cervecero norteamericano de gran popularidad, consideró la Westvleteren 12 como la mejor cerveza del mundo, consideración vigente durante muchos años.
De esta manera este pequeño monasterio con una producción limitadísima de 5.9000Hl, vio multiplicadas las demandas de su cerveza estrella. Desde entonces conseguir una botella de esta joya trapense resulta realmente complicado, incluso si se viaja hasta este escondido monasterio.
Aunque en Sint Sixtus no se han elaborado siempre las mismas cervezas ni de la misma manera, actualmente existen 3 Westvleteren que a continuación os describimos.
Sint Sixtus Westvleteren logo
Cerveza rubia, ligeramente turbia,de 5,8º, creada en 1999 con motivo de la inauguración de In de Vrede, el bar de la abadía. Presenta una efervescencia achampañada, notas de manzana verde y un carácter marcadamente lupulizado (menta, heno y cítricos). Para algunos esta cerveza belga representa una concesión a los gustos contemporáneos dado su amargo persistente. Su chapa y ahora también su etiqueta son de color verde.
Cerveza de color borgoña, dulce, afrutada, con notas a fruta seca de hueso (uva pasa, higos y ciruelas secas), maltosa, lupulizada y con toques de pan tostado, caramelo y chocolate y con un final amargo y seco. Su chapa y ahora también su etiqueta son de color azul.
Cerveza ámbar de estilo cuádruple de abadía, con presencia de frutos rojos, uva pasa y ciruelas secas y presencia sutil de chocolate con leche, caramelo, anís, regaliz, café e incluso vainilla. Su final es amargo y seco. Su chapa y ahora también su etiqueta son de color amarillo.
Hasta hace pocos meses estas 3 cervezas solamente se distinguían por el color de su tapón corona ya que no disponían de etiqueta.
En Belgasonline encontrarás estas 3 joyas elaboradas por 9 de los 22 monjes residentes en el monasterio y en el caso de las Westvleteren 8 y 12 ediciones añejadas porque no queremos que os quedéis con las ganas de catarlas.
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