A principios de la semana pasada el mundo contaba con 14 auténticas cervecerías trapenses, 6 de ellas en Bélgica (Chimay, Westmalle, Westvleteren, Orval, Rochefort y Achel) y el resto repartidas entre Holanda (2), Austria (1), Italia (1), Reino Unido (1) y Estados Unidos (1).
Al terminar la semana Achel saltaba de la lista. El motivo es que la abadía se ha quedado sin monjes y eso infringe la condición de que una cerveza trapense solo puede producirse en una comunidad religiosa viva y activa.