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Albert: 30 años de amor por la cerveza belga

Albert Martínez Uribe
Albert Martínez Uribe

Albert nació en Barcelona a finales de los años 60 y por tanto su juventud estuvo marcada por el “bipartidismo” cervecero de la época: Estrella o San Miguel. Afortunadamente el destino le tenía reservadas algunas sorpresas que lo acercaron a la cerveza belga y lo que al principio fue simple pasión se convirtió también en trabajo. Forma parte del equipo de Belgas Online y de Lambicus desde su fundación y actualmente es el responsable de Lambicus Shop.

¿Como llegaste hasta la cerveza belga?

En 1992, siguiendo el rastro de Tintín y de los grandes maestros de la pintura flamenca, pisé por primera vez tierras belgas y regresé a casa con una botella de Maredsous Brune como souvenir ya que me gustó especialmente la etiqueta y la botella, que más adelante descubrí que se llamaba Steiner. El impacto que me causó su aroma y su sabor fue tan grande que empecé a buscar otras cervezas belgas en Barcelona, tarea nada fácil por aquel entonces y conseguí probar algunas de las más comerciales (Delirium Tremens, Gulden Draak, Chimay, Kasteel, Leffe, Grimbergen, Hoegaarden…).

Inicias el siglo XXI con otro descubrimiento fundamental para ti, La Maison Belge.

La Maison Belge representa un primer impulso en mi trayectoria cervecera, primero como cliente y después como trabajador durante siete años. Allí mano a mano con Cédric Geluk intentamos y creo que en parte lo conseguimos, dar a conocer la riqueza cervecera de Bélgica en Barcelona más allá de los productos que ya tenían un cierto arraigo en la ciudad. Fuimos partícipes del crecimiento de La Chouffe y al mismo tiempo fortalecimos la presencia de cervecerías como Val-Dieu, Binchoise, Lindemans o La Caracole. 

Además a nivel local fue una época muy intensa con la aparición de cervecerías locales (Glops, Montseny…), el crecimiento del interés por la elaboración casera y la llegada de nuevas cervezas internacionales que “revolucionarían” el sector, como las de Brewdog o Mikkeller. 

¿A parte de la Maison Belge destacarías otro lugar que haya sido especialmente importante para ti?

La cervecería The Drunk Monk en Mataró, en aquel momento un lugar de peregrinaje obligado para ampliar horizontes cerveceros, no solo belgas, de la mano de Sven Bosch. Allí probé por primera vez cervezas como la Pannepot, la De Graal, la Rodenbach o la XX Bitter.

Siete años en La Maison Belge y la aventura se acaba.

Así es. Fue una época triste y llena de incertidumbres. Afortunadamente cuando estaba a punto de tirar la toalla y ya me veía lejos del sector cervecero, conocí a Henk Cortier gracias a Josep Sanitjas del restaurante El Santuari de La Gleva. 

Después de varias conversaciones y de llegar a la conclusión de que la cerveza belga estaba mal representada en Barcelona desde el cierre de La Maison, Henk decidió crear un espacio cervecero consagrado a ella y de esta forma nació Lambicus Espai Cerveser. 

Desde entonces y solamente han transcurrido ocho años! han cambiado muchas cosas y por ejemplo, en la actualidad Lambicus son dos espacios físicos, el bar y la tienda de la que yo soy responsable. Además disponemos de la página www.Belgasonline.com a través de la que vendemos cerveza a toda la península e incluso tenemos algunos clientes en Bélgica!. También organizamos la Fira de la Cervesa de L’Hospitalet y tenemos la intención de celebrar en breve la segunda edición del Festival de la Cervesa Belga. 

¿Y a nivel de tu formación personal que representa para ti estar en Lambicus?

Trabajar en Lambicus me ha permitido realizar un “máster” en cerveza belga y actualmente mis conocimientos por ejemplo sobre las lambic o sobre las cervezas envejecidas ha llegado a niveles muy por encima de lo que nunca hubiera imaginado…pero todavía quedan muchas cosas que aprender.

¿Cuáles son tus tareas principales?

La principal es atender a nuestros clientes pero también me encargo de gestionar el almacén, los pedidos de www.belgasonline.com y de organizar catas y acontecimientos.

¿De cuál de ellas te sientes más satisfecho?

De aquellas que implican un contacto directo con la gente. Disfruto especialmente con las catas que para mí representan siempre un reto.

Paralelamente a tu día a día en Lambicus, ¿qué haces para continuar estando informado sobre el sector cervecero en general y belga en particular?

Visitar cervecerías, asistir a festivales, leer libros y revistas sobre la materia y compartir información con aficionados.

¿Cuál es tu balance después de todos estos años en el sector?

Gracias a esta gran aventura he conseguido un numeroso grupo de amigos tanto aquí como en Bélgica, un conocimiento sobre la cerveza belga que nunca hubiera imaginado y grandes satisfacciones como el haber sido incluído en el libro “Educatieve Bierjagers” al lado de algunos de los más prestigiosos divulgadores de la cerveza belga en el mundo.

Seguro que te lo han preguntado en infinidad de ocasiones pero, ¿cuál es tu cerveza belga preferida?

Estoy convencido que te responderé como lo harían la mayoría de los amantes de la cerveza belga, es decir, no tengo solo una. La creatividad cervecera belga es suficientemente amplia como para tener una cerveza para cada momento y circunstancia. Teniendo en cuenta que mis gustos van desde las cervezas lambic a las oud bruin, pasando por las saison, las triples o las cuádruples y que además han ido cambiando ligeramente con el tiempo, una respuesta simple es imposible. 

En todo caso un hipotético menú debería incluir cervezas como Armand & Gaston, Duchesse de Bourgogne, Saison Dupont, Orval, L’Arogante, De Graal Tripel, Val-Dieu Grand Cru, Rochefort 8, Carolus Cuvée Van de Keizer…¡y ya me dejo unas cuantas!

¿Qué otra personas además de las que ya has citado te han influído?

Aunque parezca un tópico, Michael Jackson a quién solamente he podido conocer a través de sus libros y sus programas de televisión, Armand Debelder (3 Fonteinen), Karel Goddeau (De Cam), Joris Cambie (De Plukker), Marc Beirens (Loterbol), Jef Van den Steen (De Glazen Toren), Nino Bacelle (De Ranke), Marc Struyf (Den Triest), Laurent Agache (Cazeau)…y tantos y tantos clientes que con sus comentarios y conocimientos han llenado de sentido mi trabajo.

¿A quién te hubiera gustado conocer?

A Olivier Dedeycker de Dupont, Anne-Françoise Pypaert de Orval y a Frank Boon, corazón y alma de las lámbicas Boon. ¡Todo llegará!

¿En que ha cambiado el sector cervecero belga durante los últimos 15 años?

Yo destacaría la creación de numerosas cervecerías incluso en sectores como el lambic que parecían estancados, la aparición de nuevos formatos como las trapistas o las lambic de barril, la celebración de nuevos festivales, el creciente protagonismo de las mujeres tanto a nivel de consumo como de producción y el surgimiento de nuevos estilos como las Belgian IPA.